No hay que ser tan garoso
Las pocas veces que jugué fútbol en el colegio, en eso partidos de veinte contra veinte en los que, por alguna maravilla de superposición espacio temporal podían jugarse tres partidos (todos veinte contra veinte) en el mismo pedazo de cancha de fútbol, recuerdo que llamábamos garoso a aquella estrellita que quería ser como Redín o como Valderrama (asi seré de viejo, que esas eran las estrellas futboleras del momento) y que por lo tanto se quedaba con el balón todo el tiempo sin compartirlo ni hacer pases. La conclusión de la jugada siempre era la misma, iban entre tres defensas, o cinco, o diez y por las buenas o por las malas se lo sacaban, había un contragolpe y el balón cambiaba de lado. Para describirlo mas claramente: El jugador garoso prefiere que su equipo pierda el balón antes que permitir que otro jugador anote el gol.El último artículo de Paul Graham habla de la generación de la riqueza, desde su púlpito en la sociedad que mas ha sido capaz de generar riqueza en la historia. (No creo que en todo el imperio romano, o chino, o azteca, o el que sea, hubieran trescientos millones de humanos que vivieran en las condiciones de comodidad en la que viven los estadounidenses de hoy en día). Desde la óptica de este chibcha una de las razones por la cuál en este pueblo a duras penas crecemos al 4% o al 5% cuando nos va bien y al 1% o al 2% cuando nos va mal es precisamente esa: En los negocios somos garosos.
Se ve en todas partes:
- Cuando la empresa va a contratar al empleado la idea es dejarlo que el pida cuanto quiere de sueldo, para ver por cuánto se vende y ofrecerle menos.
- Cuando se va a hacer una alianza entre empresas la concepción es que si una de ellas gana la otra pierde y cada una usa sus abogados para no dejarsela montar.
- Cuando se hace una transacción monetaria entre dos personas hay que buscar el quién esta tumbado a quién, quién se quiere quedar con todo. O si no pregúntele a cualquiera que haya comprado un carro en un clasificado.
- Cuando una empresa contrata a su proveedor y trata de sacarle la mayor cantidad de trabajo posible, sin pagarle más e incluso esperando demorar lo más posible el pago para seguir teniendo el poder de pedr y seguir pidiendo. (No hay sino que preguntarle al proveedor de cualquier supermercado).
Creo que si no tratáramos de ganarnolas todas, si viéramos que podemos paricipar un negocio, haciéndo que efectivamente sea negocio para los otros, podríamos crecer mucho mas y agrandar la torta en lugar de matarnos unos a otros por conseguir un pedazo mayor de la misma torta.
Context Switch
- Definitivamente le voy a The Hall Effect, que buen grupo.
- Yo pensaba que la rumba bogotana era crossover, pero música electrónica, Fonseca y conjunto vallenato en media hora es un poco demasiado.